jueves, 19 de febrero de 2009

Traje

ALEC POV
Demetri, como se hacia llamar este sujeto me había conducido por bastantes tuneles y alcantarillas de la Ciudad de Volterra.
Hasta que finalmente nos detuvimos frente lo que parecía ser una entrada, seguimos caminando hasta toparnos con una pequeña recepción.
Una vez ahí, nos esperaba una hermosa mujer, y su belleza superaba a cualquier mujer que hubiera visto antes.
-Hola Alec- me saludo muy animadamente
-Hola- musite con desgano
-Mi nombre es Heidi Volturi pro aquí me dicen La Cazadora.
“Y dale con los Volturis, que nunca pensaban decirme quien eran esos supuestos tipos, o ke es lo que hacen”
-Hola Heidi- saludo Demetri
-Hola Demetri al fin regresas
-Pues ya vez Heidi creo que no te di el placer de haberme perdido buscando a Alec.
-Mmm este sigo aquí, musite algo disgustado
-Perdóname Alec, ciento que hayas tenido que escuchar eso
-Ha- musite en un susurro, que al parecer Heidi y Demetri escucharon.
-Bueno ya basta de charlas, te esperan en el gran salón, Demetri, avísales a los Amos que su pequeño tesoro ah llegado.
Heidi me dijo que la siguiera, a lo que yo rápidamente accedí, continuamos x un largo pasillo, y luego se detuvo frente a una puerta, diciéndome que ahí encontraría ropa para cambiarme, ya que tal i como me encontraba, no podría presentarme así ante los Amos, y que volvería x mi en 5 minutos,.
Una vez dentro, encontré un traje de etiqueta, ha encima debía ponerme lo que mas odiaba en el mundo “traje” pero en fin si quería averiguar finalmente quienes eran esos tipos y que querían de mi, tendría que ocuparlo.
Una vez cambiado no pasaron menos de 3 segundos cuando llamaron a la puerta.
-Alec-
-Si -
-Ya estas listo?
-Si claro ahora salgo Heidi
Caminamos un corto tramo hasta llegar a una gran puerta, que debió haber pesado o eso aparentaba, pro Heidi no tuvo el mas mínimo problema al abrirla.
Una vez dentro, logre ver tres grandes tronos que parecían estar hechos de diamantes, debido al brillo que desprendían.
Evalué lentamente la habitación donde me encontraba. Había tres grandes puertas, que al igual que x donde había entrado, parecían estar pesar demasiado. La pintura del salón era color amarillo claro y había cuadros que parecían haber sido pintados hace demasiados siglos.
Dos minutos después de nuestra llegada se abrió una de las puertas, x donde alcance a contar eran 14 personas, totalmente encapuchadas.
Poco a poco se fueron acomodando detrás de los tronos, solo dos de ellos se quedaron enfrente, de lo que supuse serian sus asientos.
Heidi me dedico una sonrisa, antes de apresurarse a colocarse junto con el resto de estas personas, pro no sin antes haberme susurrado que todo acabaría bien.
En ese momento por la 3 puerta de aquella estancia se abrió y puede reconocer a una figura que me resultaba muy familiar.

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